sábado, 6 de octubre de 2007

El silencio y la transverbación del BIEN.


Please wake up It's so dark and cold Please wake up I feel so alone And I feel so scared That you're going away And I feel so scared... The Cure .Chain Of Flowers.

Nota del Autor: Al empezar a escribir esto me preguntaba si el silencio es un problema filosófico. Al recorrer las hojas de un famoso diccionario acerca del tema, me sorprendí a ver esta cuestión pasada por alto. ¿Cuál es la violencia del espacio vacío, de aquel silencio que inunda la sala del pensamiento? Nace entonces la perspectiva vemos en la reconstrucción del Raye que el silencio es una transgresión a lo llamado “ser tácito”. Así que para ustedes una forma de refrescar la realidad se tiñe en las uñas de la Ultra que escribe esto.

En el nacimiento le enseñaron el dogma, aquel que con la trasverbación originaba el cambio. En Asterion vio aparecer una fuente de palabras que emigraban hacia su alma. La de ella en un extraño murmullo se escapaba en la contestación. Nacía el silencio. ¿Dónde se estremecía el supuesto del límite? Puesto que el límite nacía de la palabra, la noción y el sentido; se desarrollaba en ella con las palabras del Otro la diferencia del límite. Habían recorrido todos los sintagmas posibles cuando él menciono el BIEN. El alma de la Ultra refunfuño en un oscuro recuerdo, esa insolación que devastaba el termino, que lo limitaba en una suerte de oración. El BIEN, lo que debía ser valorado, buscado y hasta tolerado. Era aquello que reunía en si lo más cercano a su sinonimia de perfección. ¿Qué olvidaba en su insolación? ¿Qué ficción era retenida en esas palabras? El acto del bien era violento al lenguaje, puesto que este ultimo se definía a si como una trasverbación, un pasar de esto en sentido general a un particular limitado. Corroía los dientes, eso sentía Titania cuando Asterion le hablaba del bien, le hablaba de esas cuestiones más bien empalagosas del amor. Igualmente aun no había aceptado esas palabras, abría su fuga en el silencio. Se privaba en el silencio del sentido y del lenguaje, no era apuñalada por las denominaciones sino que en aquel paréntesis desangraba la propia lengua. No es el silencio la devastadora verdad, la enfurecida Erinia que sale de nuestras almas sin pronunciarse. A veces se reduce a una cuestión ética, el callar para mantener esta sobreabundancia del naturalizado BIEN. Sin embargo, a esta situación, a esta perspectiva, este momento lo trasgredimos en el silencio, cuando cae la torre de Babel, cuando se quema la biblioteca del monasterio, cuando reunimos las fuerzas para olvidar el AMËN. Era en Titania que se iniciaba la apertura su silencio abría la perspectiva y acercaba al Otro. Imaginaba que Asterion apenas lo percibía el hablaba la alejaba, mientras él la disociaba ella lo asociaba en el mecanismo del habla. Que no pretendía objetar diciéndose lenguaje, sino que se convertía en metafísica. La Ultra alejaba la retórica y abría otras definiciones en la que no era pronunciaba la palabra. Sobrepasaba el límite, le pedía a gritos sin emitir sonido que combatiese su orgullo que la obligara a despertar de la embriaguez del término.
Sí, hemos construido nuestra vida bajo dos grandes supuestos: el BIEN y el LENGUAJE, con cada uno de estos transitamos la realidad, la acomodamos, le damos sentido y con el otro tendemos algo a lo que le conferimos un propósito. Pero en el transcurrir de las décadas hemos visto caer una a una las interpretaciones para imponerse otras. Que hace el Ser, eso que hemos descrito como primero, como claro y distinto en nuestro pensar, obrar y relacionar. El ser ya viejo y decrepito en Titania se precipita, hay otro. Suspira ¿Cómo llego a él? El raye se manifiesta, sobre valor, sobre limitación, desborde del ser. El raye es la construcción mas compleja de la humanidad, es por sí y para sí. Nos mantiene atados a la lógica de consumir más BIEN, nos degrada en su lógica de consumir más BIEN. Incluso existe tácitamente, mas allá del subyace en ese Todo y Nada que resbala de las manos de la Ultras, de las manos de Todos. Asterion sigue hablando, se sigue escondiendo se escapa de la esencia. Se limita en un campo semántico que hace mucho tiempo llamamos infinito. ¿Pero que es lo infinito en la limitación, en la composición de nadas poco sustentables? El vacío con el Otro era irreconciliable o más bien lo volvimos irreconciliable. Hoy podemos ver filas de “filósofos posmodernos” que sufren en los altares de la razón la muerte de la moral, la reconstrucción de los sentidos y otras nimiedades. Pero que se ha hecho del Ser, solo Titania lo vive en este instante, incluso re significa las afecciones del mismo. No llama Amor lo que siente por el Otro, directamente no lo llama porque toda noción es equivocada es el silencio inherente al Ser, al Amor, Etc. El ser rayado resplandece en la transgresión, nos invita en la violencia del silencio a devenir en creación.
Lo cómico de la situación, es situarla, al usar cada una de estas palabras sigo los supuestos de BIEN y LENGUAJE. No trasgredí la realidad en ningún momento, solo remarque en esas infinitas combinaciones la posibilidad del Otro y el despropósito de nombrarlo. El Otro me desborda, es.
Mi ser en cambio, se ha perdido en la limitación del campo semántico, pero el Otro es porque nunca se realmente lo que es. Se presenta así como un abismo insoldable como una fuerza de extraordinaria transverbación.
En Titania aparece la ACCION, el silencio la obliga; no puede darle a Asterion un significado de sí y lo calla con un beso. La ACCION cambia la realidad, no se basa en un BIEN o una insolación de este termino; sino que nace de un silencio que implica asociación y disociación. En la ACCION contenemos toda la violencia hacia el lenguaje, cambiamos la ficción que nos es natural. Sublimamos la frustración a los límites, penetramos la tiniebla de lo desconocido y resplandecemos en ella como Existencia.
La traición a la raza de las Ultras fue un nuevo devenir, la creación de un orden sin contener orden en si mismo. El beso marco a Titania y también a Asterion, lo invito a crear, a dejar las palabras de lado. Abandonando la búsqueda del limite de aquello que provoca el miedo del desborde. Se sobrepaso el límite, se olvido de la configuración de aquello llamado natural, de ese invento que deriva en “lo común”. La Ultra se preguntaba ahora ¿Cual era la acción de la razón? ¿Cuál era el límite de la insolación del Bien? Pero esto ya es otro silencio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Luz, me gustó el texto, si bien tu estilo me confunde un poco fui valiente y leí hasta el final (chiste), y me gustó.

Vaya si el silencio es un tema filosófico... ¿leíste el Tractatus de Wittgenstein? Hacelo, que ahí hay un pequeño gran silencio escondido.

No me queda claro lo del "raye"... no sé bien a qué te referís.

Me despido un un abrazo, no hago más comentarios por cansancio nada más =)

Ah, actualicé el fotolog dale.

Mati